viernes, 12 de septiembre de 2008

.:Frases Muy Buenas:.

Un libro abierto es un cerebro que habla; cerrado un amigo que espera; olvidado, un alma que perdona; destruido, un corazón que llora.

Los mejores libros son aquellos que quienes los leen creen que también ellos pudieron haberlos escrito.

El hallazgo afortunado de un buen libro puede cambiar el destino de un alma.

Por el grosor del polvo en los libros de una biblioteca pública puede medirse la cultura de un pueblo.

El recuerdo que deja un libro es más importante que el libro mismo.

Un libro hermoso es una victoria ganada en todos los campos de batalla del pensamiento humano.

Si un hombre cualquiera, incluso vulgar, supiera narrar su propia vida, escribiría una de las más grandes novelas que jamás se haya escrito.

La literatura no es otra cosa que un sueño dirigido.

Los libros tienen los mismos enemigos que el hombre: el fuego, la humedad, los animales, el tiempo y su propio contenido.

La muerte no nos roba los seres amados. Al contrario, nos los guarda y nos los inmortaliza en el recuerdo. La vida sí que nos los roba muchas veces y definitivamente.

Así como el árbol se fertiliza con sus hojas secas que caen y crece por sus propios medios, el hombres se engrandece con todas sus esperanzas destruidas y con todos sus cariños deshechos.

Hay una ley de vida, cruel y exacta, que afirma que uno debe crecer o, en caso contrario, pagar más por seguir siendo el mismo.

El hombre es el único animal que come sin tener hambre, bebe sin tener sed y habla sin tener nada que decir.

Produce una inmensa tristeza pensar que la naturaleza habla mientras el género humano no escucha.

Cuando la vida te presente razones para llorar, demuéstrale que tienes mil y una razones para reír.

El cuerpo humano es el carruaje; el yo, el hombre que lo conduce; el pensamiento son las riendas, y los sentimientos los caballos.

La muerte sólo tiene importancia en la medida en que nos hace reflexionar sobre el valor de la vida.

Un país, una civilización se puede juzgar por la forma en que trata a sus animales.
El dolor, cuando no se convierte en verdugo, es un gran maestro.


En el mundo común de los hechos, los malos no son castigados y los buenos recompensados. El éxito se lo llevan los fuertes y el fracaso los débiles.

Hay grandes hombres que hacen a todos los demás sentirse pequeños. Pero la verdadera grandeza consiste en hacer que todos se sientan grandes.

La grandeza de un hombre está en saber reconocer su propia pequeñez.

No guardes nunca en la cabeza aquello que te quepa en un bolsillo.

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